Cuenta la Leyenda de dos mujeres que habitaban en un mismo pueblo Maya al oriente de Yucatan ; la Xtabay una mujer desprendida y generosa aun en el amor carnal, se entregaba a los hombres fácilmente y la Utz Colel que guardaba celosa su virginidad y reputación pero que tenia un corazón de piedra.
Se cuenta que eran hermanas.
Al morir la Xtabay (algunos dicen que su hermana mayor la mato por envidia al casarse con un buen mozo ) los animales de la selva protegieron sus restos por tres días. Cuando la gente del pueblo, localizado en Yucatan, cae en cuenta de que la Xtabay no aparece, fueron a buscarla.
Al morir la Xtabay (algunos dicen que su hermana mayor la mato por envidia al casarse con un buen mozo ) los animales de la selva protegieron sus restos por tres días. Cuando la gente del pueblo, localizado en Yucatan, cae en cuenta de que la Xtabay no aparece, fueron a buscarla.
Tan pronto estuvieron cerca de la casa se percataron de un deliciosos aroma que lo envolvía todo, al llegar al lugar se maravillaron de la respetuosa presencia de las bestias y de que el cuerpo de la Xtabay exhalara un perfume tan exquisito, recogieron entonces los restos y con gran admiración les dieron sepultura.
En la tumba de la Xtabay crecieron unas singulares flores con las que se hace el licor de Xtabentun y tambien se produce rica miel, que es tan dulce a los hombres como lo fueron en sus días los amores de la Xtabay.
Al enterarse de tan extraordinarios acontecimientos Utz Colel dijo: Imaginen cómo olerá mi cuerpo cuando llegue la hora de mi muerte. Estén seguros que las flores que broten de mis despojos serán aún mas extraordinarias que estas.
El día de mi partida será para ustedes una bendición igual que lo ha sido que me tengan aquí en vida. Todos cuantos la escucharon estuvieron de acuerdo.
Llegado su día (se cuenta que el marido de la xtabay la asesinò en venganza), el cuerpo de la Utz Colel despidió una fetidez tan insoportable que tuvieron que llevárselo muy lejos y enterrarlo muy profundo, aunque nadie custodiaba la lejana tumba ni las más hambrientas y salvajes bestias se atrevían a acercarse para desenterrar algún hueso sobre la tierra resquebrajada.
Por su parte Utz-Colel se convirtió después de muerta en la flor de Tzacam, que es un cactus erizado de espinas del que brota una flor, hermosa pero sin perfume alguno, antes bien, huele en forma desagradable y al tocarla es fácil punzarse. Furiosa, al darse cuenta de esto, Utz Colel desde su tumba pidió a los dioses regresar al mundo de los hombres disfrazada de la Xtabay.
Pues bien, sepan los que quieran saberlo que ella es la mala mujer Xtabay la que surge del Tzacam, la flor del cactus punzador y rígido, y cuando ve pasar a un hombre vuelve a la vida y lo aguarda bajo las ceibas peinando su larga cabellera con un trozo de Tzacam erizado de púas.
Sigue a los hombres (se dice que prefiere a los que están alcoholizados) hasta que consigue atraerlos, los seduce luego y al fin los asesina en el frenesí de un amor infernal.
Aún hoy vaga en las noches de luna llena por los caminos del Mayab, se aparece al pie de las ceibas una bella mujer de cabellos muy largos buscando a los hombres que no gozó en vida, para seducirlos, desgarrarles el pecho y robarles el corazón nunca más se les vuelve a ver. Del infortunado se dice: se lo llevó la X'Tabay.
Comentarios tomados del link:
Liborio58 dice:
Siempre había sido excépticos acerca de las apariciones de la X´Tabay... Pero mi padre cuenta que en un viaje por carretera de noche y lloviendo, él y sus compañeros de viaje, vieron cruzar delante de ellos a una mujer vestida de blanco y con un perro a su lado.
Liborio58 dice:
Siempre había sido excépticos acerca de las apariciones de la X´Tabay... Pero mi padre cuenta que en un viaje por carretera de noche y lloviendo, él y sus compañeros de viaje, vieron cruzar delante de ellos a una mujer vestida de blanco y con un perro a su lado.
Intrigados trataron de no perderla de vista, pero al llegar al punto donde la mujer y su perro se internaron en la maleza, se quedaron atónitos porque no había ninguna brecha que les permitiera internarse en el monte... solo mi padre me podría convencer que el mito de la X´Tabay, tal vez, no lo sea...