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miércoles

Chichén Itzá, los secretos de la pirámide Maya

Investigamos la antigua ciudad maya de Chichén Itzá y su icónica pirámide, el Templo de Kukulkán. 

Desmontando este magnífico monumento piedra a piedra descubriremos los misterios de esta civilización perdida.  

Situado en la selva de Yucatán, Chichén Itzá es la ciudad maya mejor conservada. Nos encontramos con arqueólogos que trabajan para desentrañar los secretos de Chichén Itzá, revelando cómo se construyeron estas vastas estructuras, cómo vivió esta sociedad y cómo la religión moldeó esta ciudad.  

Exploramos cómo los mayas pudieron sobrevivir en la selva por casi 3000 años e investigamos qué cascada de acontecimientos causó que esta civilización se derrumbara inexplicablemente.  

Dispararemos el edificio más emblemático de Chichén Itzá, el Castillo de 80 pies, para revelar las cavidades ocultas, incluyendo una impresionante sala del trono y las estructuras de dos pirámides anteriores que se encuentran dentro. 

Los gráficos en CGI harán estallar el Castillo en los cielos, revelando un nuevo lago subterráneo recién descubierto, un "cenote", situado debajo. 

Nos encontramos con los geólogos que lo encontraron, que creen que los mayas construyeron en este lugar por su importancia sagrada. 

También seguimos a los equipos de buceo que exploran otros cenotes en toda la región. 

Sus hallazgos, esqueletos humanos y ofrendas, proporcionan pistas sobre los mitos y creencias de los antiguos mayas.  

Desciframos las claves contenidas dentro de las estructuras misteriosas de Chichen Itza para revelar los secretos de la cultura maya, su maestría en la astronomía y la ingeniería y sus ritos religiosos a veces sanguinarios.

domingo

La Piramide De Chichen Itza

 La Pirámide de Chichén-Itzá


Por sus construcciones tan notables, Chichen-Itzá es uno de los sitios mayas más famosos, y actualmente es una de las siete maravillas del mundo. 

Localizada en estado de Yucatán, La Pirámide de Chichén-Itzá es una de las creaciones más impresionantes en México arqueológicamente, y uno de los países más visitados por sus puntos de referencia. 

Cuando La Pirámide de Chichén-Itzá fue construida por los mayas, esta magnífica pirámide fue alineada perfectamente con el sol y Chichén-Itzá se construyó de tal forma que durante los equinoccios, el sol poniente proyecta una sombra de una serpiente descendiendo por los escalones del norte de la pirámide. 

Este efecto es el resultado de las  mediciones astronómicas y arquitectónicas mayas increíblemente precisas y como referencia Chichen-Itzá fue nombrada por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad en el año 1998.

Chichén-Itzá, que alcanzó su apogeo entre el año 700 y 1200 DC, fue el poder político, económico y militar en la zona. 

Está rodeado por una exuberante vegetación verde, ríos subterráneos, cenotes y piedra caliza que los mayas utilizaban para construir sus magníficos edificios. 

Hay escenas en la película Apocalypto de Mel Gibson en donde los mayas  están completamente cubiertos de polvo de piedra caliza blanca, que muestra la intensidad de mano de obra que se exhibió durante la creación de sus pirámides y templos sin utilizar instrumentos.

Uxmal
Otra ruina importante en la Península de Yucatán apartada de La Pirámide de Chichén-Itzá,se encuentra en Uxmal, ubicada a 50 kilómetros al sur de Mérida. 

Uxmal es el ejemplo sin par de la arquitectura Puuc clásico llamado así por la región montañosa del noroeste de Yucatán, donde este estilo alcanzó su máximo refinamiento. 

También es el sitio más grande, conocido por su exquisito sentido de la proporción. La invención de un tipo local de cemento hecho de conchas marinas permitían la construcción de grandes arcos, puertas enormes y habitaciones impresionantes que se suman a las bellas proporciones.

jueves

LOS CENOTES EN YUCATAN, MEXICO

Leyendas y hazañas se esconden entre las paredes húmedas de los cenotes mayas.
Los Cenotes en Yucatán,México.Lugar donde se puede pasear y disfrutar de su frescura en vacaciones de verano.

Milenarios ríos subterráneos de aguas claras que incitan a la aventura y que confortan el cuerpo al sumergirse en ellos, son los cenotes en Yucatán,México

Cenote viene del vocablo maya 'ts´ono´ot' o 'd´zonot', que significa "caverna con depósito de agua", término que denota cualquier espacio subterráneo con agua, con la única condición de que esté abierto al exterior en algún grado
.

Algunos cenotes han sido reservados por la naturaleza para la fauna, especialmente murciélagos y éstos generalmente son de difícil acceso y peligrosos.

De acuerdo con información de la Secretaría de Fomento Turístico de Yucatán, en los alrededores de Mérida y en la propia ciudad existen infinidad de cenotes, uno de los más bellos es el que se encuentra en el sitio arqueológico de Dzibilchaltún, a cielo abierto, y de aguas cristalinas.

Descubrir la magia y belleza interna de estos lugares es toda una aventura, en ellos se pueden encontrar leyendas, romances y hazañas valerosas que resuenan en las paredes húmedas y ocultas de la luz solar.

Se cree que los cenotes se usaban en la antigüedad para extraer el 'Zuhuy há', agua virgen en maya, para preparar los alimentos destinados a determinadas ceremonias, por ejemplo el 'Cha chac', ritual para la petición de lluvia, en el cual es necesario tener agua pura que no haya sido vista por nadie.

Algunos de los cenotes que se pueden visitar son: Chichén Itzá.

Conocido también como Cenote Sagrado, es uno de los más importantes que existen en la Península de Yucatán.

Se localiza a 90 minutos aproximadamente de la ciudad de Mérida, en la zona arqueológica de Chichén Itzá y todavía conserva el enigma de un pasado rico en cultura.


Testigo de grandes acontecimientos, el Cenote Sagrado de Chichén Itzá es hoy un lugar excelente para visitar: magnífico por su naturaleza y misterioso por su historia.

El de 'Noc-Ac'. Una pequeña brecha empedrada y un aire de frescura reciben al visitante en el cenote de este nombre, localizado a un kilómetro del poblado del mismo nombre.

En este sitio puede practicarse la natación sin riesgo alguno y disfrutar una estancia inolvidable.
'Sambulá', un cenote de aguas cálidas y limpias, se localiza a sólo dos kilómetros del centro de Motul, por la carretera que va a Cacalchén.


Este cenote se encuentra en una gruta y cuenta con un espacio acondicionado especialmente para que el visitante pueda admirar al máximo de esta belleza natural y disfrutar de un feliz día de campo.

San Ignacio. está a sólo 20 minutos de Mérida, en la carretera a Campeche, en el poblado de Chocholá. Este cenote cuenta con condiciones muy seguras y es ideal para nadar en sus aguas transparentes de color azul turquesa.

El sitio se encuentra en el interior de una gruta con iluminación artificial y música ambiental. La bóveda es de unos ocho metros de altura y tiene formaciones de estalactitas y se puede disfrutar de especies endémicas de Yucatán.

Las instalaciones del cenote cuentan con áreas verdes, restaurante, palapas, vestidores, baños, etcétera.

X keken o 'Dzitnup. como también se le llama por localizarse cerca del poblado que lleva ese nombre, a unos cuantos minutos de la Ciudad Colonial de Valladolid, ofrece un espectáculo hermoso de luz natural, aguas transparentes y recorrido extraordinario.
'Xlacah' se encuentra dentro de la zona arqueológica de Dzibilchaltún. Por su belleza natural, sus aguas limpias, transparentes y como morada del pez veleta, este es uno de los atractivos más bellos en la península de Yucatán.

Un viaje inolvidable que finaliza con un baño revitalizante es lo que le ofrece la zona arqueológica de Dzibilchaltún localizada aproximadamente a 22 kilómetros de la ciudad de Mérida.

Zaci-Valladolid; es uno de los cenotes más importantes del Estado, de aguas tranquilas y de belleza natural, este lugar es ideal para disfrutar de un paseo maravilloso en compañía de toda la familia y apreciar a los clavadistas, que en época de vacaciones, ofrecen un espectáculo maravilloso.

Junto a este cenote se encuentra un teatro al aire libre donde se realizan eventos, un zoológico, estacionamiento y área de restaurantes en el que se puede deleitar con un delicioso platillo regional.

domingo

LEYENDA MAYA: EL COCAY

Quizá alguna noche en el campo hayas visto una chispa de luz que brilla y se mueve de un lado a otro; esa luz la produce el cocay, que es el nombre que le dan los mayas a la luciérnaga. 

Ellos saben cómo fue que este insecto creó su luz, esta es la historia que cuentan:

Había una vez un Señor muy querido por todos los habitantes de El Mayab, porque era el único que podía curar todas las enfermedades. 

Cuando los enfermos iban a rogarle que los aliviara, él sacaba una piedra verde de su bolsillo; después, la tomaba entre sus manos y susurraba algunas palabras. Eso era suficiente para sanar cualquier mal.

Pero una mañana, el Señor salió a pasear a la selva; allí quiso acostarse un rato y se entretuvo horas completas al escuchar el canto de los pájaros. De pronto, unas nubes negras se apoderaron del cielo y empezó a caer un gran aguacero. 

El Señor se levantó y corrió a refugiarse de la lluvia, pero por la prisa, no se dio cuenta que su piedra verde se le salió del bolsillo. 

Al llegar a su casa lo esperaba una mujer para pedirle que sanara a su hijo, entonces el Señor buscó su piedra y vio que no estaba. Muy preocupado, quiso salir a buscarla, pero creyó que se tardaría demasiado en hallarla, así que mandó reunir a varios animales.

Pronto llegaron el venado, la liebre, el zopilote y el cocay. Muy serio, el Señor les dijo:

—Necesito su ayuda; perdí mi piedra verde en la selva y sin ella no puedo curar. Ustedes conocen mejor que nadie los caminos, las cavernas y los rincones de la selva; busquen ahí mi piedra, quien la encuentre, será bien premiado.

Al oír esas últimas palabras, los animales corrieron en busca de la piedra verde. Mientras, el cocay, que era un insecto muy empeñado, volaba despacio y se preguntaba una y otra vez:

— ¿Dónde estará la piedra? Tengo que encontrarla, sólo así el Señor podrá curar de nuevo.
Y aunque el cocay fue desde el inicio quien más se ocupó de la búsqueda, el venado encontró primero la piedra. Al verla tan bonita, no quiso compartirla con nadie y se la tragó.

—Aquí nadie la descubrirá —se dijo—. A partir de hoy, yo haré las curaciones y los enfermos tendrán que pagarme por ellas.

Pero en cuanto pensó esas palabras, el venado se sintió enfermo; le dio un dolor de panza tan fuerte que tuvo que devolver la piedra; luego huyó asustado.
Entre tanto, el cocay daba vueltas por toda la selva. 

Se metía en los huecos más pequeños, revisaba todos los rincones y las hojas de las plantas. No hablaba con nadie, sólo pensaba en qué lugar estaría la piedra verde.

Para ese entonces, los animales que iniciaron la búsqueda ya se habían cansado. El zopilote volaba demasiado alto y no alcanzaba a ver el suelo, la liebre corría muy aprisa sin ver a su alrededor y el venado no quería saber nada de la piedra; así, hubo un momento en que el único en buscar fue el cocay.

Un día, después de horas enteras de meditar sobre el paradero de la piedra, el cocay sintió un chispazo de luz en su cabeza:

— ¡Ya sé dónde está! —gritó feliz, pues había visto en su mente el lugar en que estaba la piedra. Voló de inmediato hacia allí y aunque al principio no se dio cuenta, luego sintió cómo una luz salía de su cuerpo e iluminaba su camino. Muy pronto halló la piedra y más pronto se la llevó a su dueño.

—Señor, busqué en todos los rincones de la selva y por fin hoy di con tu piedra —le dijo el cocay muy contento, al tiempo que su cuerpo se encendía.

—Gracias, cocay —le contestó el Señor— veo que tú mismo has logrado una recompensa. Esa luz que sale de ti representa la nobleza de tus sentimientos y lo brillante de tu inteligencia. 

Desde hoy te acompañará siempre para guiar tu vida.
El cocay se despidió muy contento y fue a platicarles a los animales lo que había pasado.

Todos lo felicitaron por su nuevo don, menos la liebre, que sintió envidia de la luz del cocay y quiso robársela.

—Esa chispa me quedaría mejor a mí; ¿qué tal se me vería en un collar? —pensó la liebre.

Así, para lograr su deseo, esperó a que el cocay se despidiera y comenzó a seguirlo por el monte.

— ¡Cocay! Ven, enséñame tu luz —le gritó al insecto cuando estuvo seguro de que nadie los veía.

—Claro que sí —dijo el cocay y detuvo su vuelo. Entonces, la liebre aprovechó y ¡zas! le saltó encima. El cocay quedó aplastado bajo su panza y ya casi no podía respirar cuando la liebre empezó a saltar de un lado a otro, porque creía que el cocay se le había escapado.

El cocay empezó a volar despacio para esconderse de la liebre. Ahora, fue él quien la persiguió un rato y en cuanto la vio distraída, quiso desquitarse. Entonces, voló arriba de ella y se puso encima de su frente, al mismo tiempo que se iluminaba. 

La liebre se llevó un susto terrible, pues creyó que le había caído un rayo en la cabeza y aunque brincaba, no podía apagar el fuego, pues el cocay seguía volando sobre ella.

En eso, llegó hasta un cenote y en su desesperación, creyó que lo mejor era echarse al agua, sólo así evitaría que se le quemara la cabeza. Pero en cuanto saltó, el cocay voló lejos y desde lo alto se rió mucho de la liebre, que trataba de salir del cenote todo empapado.

Desde entonces, hasta los animales más grandes respetan al cocay, no vaya a ser que un día los engañe con su luz.